Los bárbaros ya están aquí y no se van a contentar con destruir estatuas de Buda o de Colón; con prohibir "lo que el viento se llevó" o la fantasía épica de Tolkien. Hoy los bárbaros que han saltado los limes y que proliferan entre nosotros no llevan cascos con cuernos ni hachas. Son ingenieros sociales. Creen en utopías y en unicornios. Son tan inconscientes que no llegan a ver las consecuencias de sus actos. Todo será destruído en nombre de su ideología. Todo aquel que discrepe será sepultado con sus palabras mordaza favoritas: machista, racista, fascista... No les basta con destruir, necesitan borrar el pasado, hacer como si nunca hubiera existido una historia. Por aquí tenemos experiencia. ¿Por qué si no nacionalismos cercanos y paletos intentan desde hace décadas borrar de la historia realidades como la Corona de Aragón? Borrar el pasado para construir su mundo utópico. Dentro de poco Aristóteles nunca habrá existido ni tampoco las pirámides aztecas. Así los niños de la perfecta sociedad futura no sabrán que alguna vez existieron el machismo o los sacrificios humanos. Es la hora de que pongáis a buen recáudo aquello que améis. Un libro, una película, un disco, una fotografía. Cread muchas copias y enterradlas en cápsulas del tiempo. O mandádselas a alguien que conozcáis al otro lado del mundo... en las Aleutianas o en Vanuatu. Es importante. Los tiempos oscuros pasarán y vendrán nuevos Leonardos y Galileos que necesitarán conocer todo ese legado cultural y científico que fue destruido por el fanatismo. Lo necesitarán para empezar de nuevo.
Hablad de política con vuestros hijos. Hablad mucho antes de que los bárbaros los adoctrinen. Las redes están llenas de comisarios políticos que vigilan lo que dice el vecino y linchan a todo el que aparta del camino correcto. Recordad lo que dijo la ministra de educación "los niños ya no pertenecen a los padres" . Un punto de vista distinto, una duda que les mostréis puede ser una barricada contra el sectarismo.
Los tiempos oscuros están aquí.
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