-Hemos tenido 8 leyes educativas diferentes en los últimos 40 años.
-Hemos burocratizado la enseñanza hasta niveles obscenos.
-Hemos llenado la enseñanza obligatoria de materias que pueden aprenderse fuera de la escuela y hemos reducido el tiempo dedicado a las materias que sólo pueden aprenderse en la escuela.
-Hemos incrustado asignaturas cuyo único objetivo es adoctrinar.
-Se han eliminado asignaturas y horario dedicado a las materias científicas (la prensa, la clase política y la intelectualidad sólo parece preocuparse por las humanidades desde hace décadas)
-Se ha arrinconado la formación científica en las Facultades de Magisterio y, como consecuencia, la formación en ciencias que se imparte en primaria deja mucho que desear y esas carencias se transmiten en cascada hacia niveles superiores.
-La falta de medios materiales se ha vuelto crónica, a pesar de que la propaganda oficial repite eso de que "tus impuestos van a sanidad y educación".
-Se ha impuesto en los institutos un lamentable comisariado político en forma de comisiones de igualdad y similares, para vigilar la pureza de pensamiento del alumnado (y en algunos casos, pureza lingüística)
En resumen, desde hace mucho tiempo el objetivo de la enseñanza es que salgan titulados infinitamente más ignorantes que sus padres, pero bien adoctrinados (pienso que sólo falta adjuntar una papeleta del PSOE junto al título)... Los ciudadanos perfectos del nuevo régimen.
Así pues, los resultados del informe PISA, aún me parecen demasiado buenos.
¿Lo peor? Que no hemos tocado fondo. Aún podemos empeorar mucho más.